Una vez pasada la resaca de noticias sobre la Huelga General del 14N, sigo leyendo información acerca del éxito/fracaso de la misma y me hace pensar sobre la medición de dicho éxito/fracaso, que desde luego, no debería quedar en manos de la subjetividad de las partes implicadas.
Obviamente existen intereses político-económicos en la valoración de los datos, pero si nos aislamos de estos temas y nos centramos en la calidad y cantidad de la información que disponemos deberíamos ser capaces de medir el nivel de éxito.