domingo, 23 de marzo de 2014

Gestión de Proyectos, ¿moda o necesidad? #PMideas.

Hace unos 4.500 años un tal Seneferu, Faraón de Egipto de la IV Dinastía, decidió cambiar el estilo anterior de construcción de las pirámides escalonadas por la primera pirámide, denominada actualmente como clásica. Sus sucesores Keops, Kefrén y Micerino continuaron su labor para conformar la triada del complejo funerario que hoy en día podemos observar en Guiza.

Aunque todavía no se sabe muy bien cómo se construyeron, es seguro que tuvieron que enfrentarse a los mismos problemas que tenemos ahora para la construcción de nuestros edificios, pero con otras herramientas y técnicas.
En esas épocas el sistema de adiestramiento maestro-aprendiz era la base para transmitir los conocimientos. Seguramente la formación estaría centrada en las habilidades más instrumentales de la profesión, pero para construir pirámides no valía con saber cómo construirlas, habría otros problemas derivados del suministro de material, la gestión de personal, etc.; además de que los proyectos contaban con una gran incertidumbre al estar ejecutados siempre al límite de las posibilidades del momento.

Imaginarse la coordinación, desde el instante en el que se determinan los requisitos de una piedra, que tiene que ser extraída, transportada, manipulada y colocada. Debían disponer un sistema de integración, alcance, plazos, calidad y comunicación bestial para asegurarse que lo que llegaba era lo que se había pedido. Quizás, en este tipo de obras, no estaban tan preocupados por los costes, pero seguro que tenían que gestionar numerosos cambios (jeje, no me veo al Faraón un cliente ideal).


Para la cantidad de gente que se necesitaba sería necesario montar una ciudad con todas sus infraestructuras necesarias.

En definitiva tuvieron que tener, a su forma, una metodología para dirigir proyectos. No podía ser un sólo maestro, por muy bueno que fuera, el que tuviera todo en la cabeza y fuera improvisando o actuando mediante impulsos. Además, el hecho de que se construyeran otras pirámides, no solo me refiero a las de Egipto, sino las de Sudamérica, o por ejemplo las obras de los romanos. Significaba que, de alguna forma, existía un "sistema" un "método" de Gestión que se transmitía por tradición oral y experimental.
Este método es el que nos ha llegado a nosotros, por supuesto con matices y evolucionando a lo largo de los tiempos.

Todos somos directores de proyectos. Es algo que haces lo quieras o no. Y puedes aplicar tu sistema de trabajo, mejorándolo a base de pruebas y errores, hasta convertirte a los 65 años en el mejor Director de Proyectos que hayas podido ser. O bien puedes aprender de las mejores prácticas que están a tu alcance (y cada vez más fáciles de acceder en esta era de la comunicación digital).
Ahora no tenemos que estar años bajo la tutela de un maestro para aprender las mejores técnicas, sino que las nuevas metodologías (PMP, Prince2, Agile, ISO ...) están a nuestro alcance a través de asociaciones o grupos de interés en compartir esta información.

Por eso creemos que no es una moda, no puede ser una moda gestionar bien los proyectos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario