martes, 12 de febrero de 2013

Project Managers vs. el Destino.

Según wikipedia el DESTINO (también conocido como fatum) es un poder sobrenatural inevitable e ineludible que, según se cree, guía la vida humana y la de cualquier ser a un fin no escogido de forma necesaria y fatal (lo de "fatal" queda muy melodramático, pero hace alusión a su acepción de inevitable y no a la de malo, puesto que el destino podría depararte un lado más "bondadoso").

Si el destino tuviera el mando del Proyecto sería fantástico en un primer momento. Los Directores de Proyectos podríamos decirle al cliente que el proyecto se retrasó por culpa del destino. Pero a la larga sería sumamente perjudicial, porque desaparecería nuestra profesión, ya que Él dictaminaría la suerte del proyecto y no haríamos falta.

¿Que podemos hacer contra el "Destino"?

Para luchar contra este temible "enemigo filosófico", o el pseudo-destino sintetizado en la expresión "así son las cosas", los Project Managers vamos pertrechados con unas herramientas sumamente "afiladas".
  • La primera es la ACTITUD. Lo que será del proyecto lo vamos a determinar aquí y ahora a "sangre y fuego". Es el carácter PREVISIONAL (en términos de planificación de tiempos, costes, riesgos, etc. lo que nos permite ser mas audaces que el destino).
  • Como armadura llevamos el PLAN DEL PROYECTO. Va a acompañarnos siempre y se amoldará a las distintas situaciones a las que nos vayamos a enfrentar, dándonos cobertura frente a situaciones inesperadas. Está compuesto de muchas piezas para cada tipo de golpe que nos asestará el destino (alcance, costes, plazos, etc).
  • Nuestro escudo será el CONTROL DE LAS DESVIACIONES. En plena batalla lo primero que hacemos es tomar medidas sobre lo planificado y cuando el destino quiera tomar otro camino lo detectamos y nos preparamos para atacar.
  • Y para eso tenemos el arma más letal contra el destino: la INFORMACIÓN. Puesto que permitirá demostrar que el conjunto de acciones tomadas y el control de las desviaciones nos han llevado al resultado planeado.
  • Nuestro éxito en esta batalla se deberá contar como las grandes epopeyas, para que, en el próximo enfrentamiento, el destino tiemble al oír ;nuestro nombre. Para ello dejaremos por escrito las LECCIONES APRENDIDAS.
Todo esto demuestra que exista o no exista, somos los Project Managers los que tenemos el control del destino del proyecto. O quizás no...

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