jueves, 13 de septiembre de 2012

El síndrome de la rana y el Project Management.

Artículo publicado en la revista sep-nov de 2012 de la Cámara de Comercio de Córdoba.

Foto: James Lee (bajo licencia de atribución Creative Commons)
Si ponemos una rana en agua hirviendo, inmediatamente intenta salir.
Pero si la ponemos en agua a temperatura ambiente , digamos 21 grados, la rana no hace nada e incluso parece pasarlo bien. A medida que la temperatura aumenta, la rana está cada vez más aturdida y finalmente muere a pesar de que nada le impide salir del agua.
Inconsciente, amnésica y embotada, no le queda más que esperar la cocción.
Pobre rana.
Adaptado de La rana que no sabía que se cocía. Oliver Clerc

¿Por qué le sucede esto a la rana?

Lo que le ocurre a la rana en la metáfora es que su aparato interno para detectar amenazas a la supervivencia está preparado para cambios repentinos en su medio, pero no para cambios lentos y graduales.

Esto nos enseña que siempre que existe un cambio lento que nos amenaza, es preciso tener mecanismos de defensa preparados para reaccionar a tiempo.

¿Como evitar el destino de la rana?¿Tiene algo que decir el Project Management?

¿Es posible identificar estos efectos antes de que sea demasiado tarde?
Oliver Clerc explica en su obra:
“Lo que nos enseña la alegoría de la rana es que siempre que existe un deterioro lento, tenue, casi imperceptible, tan solo una conciencia (3) muy aguda o una memoria (2) excelente permiten darse cuenta de ello, o bien un patrón (1) de referencia que haga posible valorar el estado de la situación”.
Tres soluciones que no siempre son fáciles de ejercitar de forma efectiva ya que es inherente a las personas aceptar la evolución natural del entorno.

El Entorno empresarial:
Las organizaciones no siempre son conscientes de todas las lentas y constantes variaciones de su ámbito interno y externo lo cual puede desembocar en situaciones que comprometan los resultados de sus proyectos e incluso su propia continuidad.

A nivel organizacional se pueden encontrar ejemplos:
  • De carácter interno: envejecimiento de una plantilla, pérdida de know-how, degradación de cierta ventaja tecnológica...
  • En el ámbito externo: agotamiento de un mercado no advertido, el cambio de tendencia de consumo, los cambios introducidos por agentes macroeconómicos como las potencias en desarrollo, el reforzamiento de la competencia...
Podemos encontrar ejemplos del síndrome de la rana en Proyectos:
  • I+D+i: el entusiasmo del equipo de proyecto puede buscar avances perdiendo de vista los condicionantes o límites del proyecto, conduciendo a desviaciones en términos de coste, plazo o calidad de los resultados, efecto conocido como “gold plating”.
  • Es posible que un interesado (el cliente o el gerente del negocio, por ejemplo) genere pequeños cambios constantemente sobre el alcance y se produzca una inapreciable “corrupción del alcance” sin que sea realmente advertido por los gestores del proyecto.
PM, patrones o criterios de éxito, ejercicio de memoria y conciencia.

La metodología Project Management, desarrollada por el PMI en colaboración mundial con Project Managers durante más de 60 años sirve para obtener la mejor oportunidad de éxito en la dirección de proyectos. Su carácter metódico, sistemático y previsional otorga las herramientas necesarias para que los proyectos se mantengan alerta ante los cambios durante el mismo.

Algunos ejemplos de cómo el PM aporta estas herramientas:
  • La utilización de un patrón de referencia.
    La rana olvidó cual era su temperatura normal, y todo cambio le pareció menor hasta su final. El PM, a través de la “Gestión del Alcance” establece las premisas que servirán para determinar el grado de éxito en términos de coste, plazo, calidad que servirá de patrón como línea base del alcance.
  • El ejercicio de la memoria.
    Sin memoria no hay comparación, no hay discernimiento. La rana no tuvo memoria de su estado inicial.
    El área de “Gestión de la Comunicación” permite gestionar la información para servir a la toma de decisiones.
  • Ejercitar la conciencia.
    Reflexionar antes de actuar. Sin ello estaremos aletargados en el sentido estricto o figurado.
    El PM, a través de las áreas de conocimiento de “Gestión de Riesgos” o “Integración del proyecto” así como todos los procesos en los grupos de “Seguimiento y Control” y “Cierre” son muestra del ejercicio de la conciencia.
Las empresas o proyectos sin una vigilancia metódica de sus variables pueden situarse en condiciones de no-retorno, compartiendo el mismo destino que el anfibio.

Si encuentra una rana junto a una olla con agua, por favor, recomiéndele una lectura del PMBoK.

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